Relato de ciencia ficción por Desirée.
Un piloto del panel de control de la nave comenzó a parpadear en color rojo con el objetivo de alertar a la tripulación. Anderson pudo escuchar su eco ensordecedor haciéndole abandonar su gratificante inconsciencia para tomar lucidez de lo que tenía a su alrededor; un pequeño habitáculo abarrotado de sus pertenencias personales. Tras varios segundos observándose en el espejo y sin antes preguntarse qué narices hacía a millones de kilómetros de la Tierra, el comandante norteamericano de la nave espacial se encaminó hacia la cabina de mando, sin dejar de atender la alarma que le informaba de la aproximación a la órbita de Marte. A los pocos minutos el resto de la tripulación ocupó sus puestos de mando correspondientes. No pudieron articular palabra, estaban hipnotizados por la enorme esfera del planeta rojo que asomaba por las ventanas de observación de la cabina de mando. Era el año 2040...
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